Esta danza como todas
las demás es una forma de expresarse, pero ¿por qué consideramos esta danza tan
femenina?
Todo viene desde los orígenes de la danza, ya que
aunque hombres también la bailaban, por ser los movimientos del vientre tan
característicos, al final se identificó como una danza principalmente de las
mujeres. Otro aspecto que también lo identifico con las mujeres fue siempre la
interacción que se buscaba con la madre naturaleza, en donde las mujeres
buscaban este contacto para poderse expresarse mejor.
Danza
del vientre es otro de los nombres que recibe esta
danza y justamente hace referencia a esta parte del cuerpo de las mujeres que
es sagrada porque es la parte del cuerpo que permite la creación de una nueva vida.
Es así como mover esta parte del cuerpo y buscar expresarse a través de éste
con movimientos suaves y ondulantes, forjan esta conexión de nosotras con
nuestra feminidad; que por otra parte más científica, la relajación de estos
músculos genera bienestar para el cuerpo y permite el disfrute del mismo como
tal.
Feminidad
consciente. Se dice que esta danza ayuda a
desbloquear los centros energéticos femeninos, estos centros es en donde se
centra la confianza, seguridad y creatividad de las mujeres, por lo que cuando
estos son desbloqueados nos podemos expresar de la forma más pura,
conectándonos con la feminidad, sensualidad y belleza. Es así como se nos
permite descubrirnos y al hacer esto, la parte más íntima se puede ver
reflejada en nuestros movimientos, siendo así como sacamos toda la feminidad
que tenemos dentro por ser mujeres, del cual muchas veces no estamos
conscientes.
La conciencia que se genera con esta danza nos
permite no sólo conocer sino apreciar cada parte de nuestro cuerpo tal y como
es. Dejando detrás las críticas y prejuicios que existen tanto de otras
personas hacía nosotras como de nosotras mismas.
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